Parte de su misión es enseñarles a los grupos participantes cómo se trabaja en un teatro, cómo deben adaptarse a las medidas del escenario y al equipo de audio e iluminación para enriquecer sus propuestas dancísticas, cómo dialogar con el equipo creativo y técnico del espacio.
El nombre de esta temporada, Flujo estático, es un oxímoron, dos palabras contradictorias que simbolizan creaciones frescas capaces de nutrir a “Los Talleres”.